Entrevista con Sarah Moya: “La longevidad del chavismo se basa en el control de los flujos financieros más que en el petróleo”
Pese a la crisis de producción petrolera, el régimen de Nicolás Maduro sigue en pie. ¿Cómo lo logra?
Para comprender cómo el chavismo se ha mantenido en el poder a pesar de las sanciones internacionales y el colapso de la producción petrolera, entrevistamos a Sarah Moya, experta en business intelligence en el sector energético. Moya, quien dirigió durante ocho años el gasoducto binacional con Colombia, tiene una amplia experiencia en negociaciones internacionales, gestión de crisis y estrategias geopolíticas en la industria energética.
Desde su paso por Petróleos de Venezuela (PDVSA) hasta su retiro, cuando las directrices impuestas desde Caracas entraron en conflicto con su ética profesional y con las propias leyes colombianas bajo las cuales operaba la sucursal, Moya ha venido analizando la transformación del modelo financiero del chavismo.
En esta conversación, analiza cómo la estructura del poder chavista ha evolucionado más allá del petróleo, utilizando el sector energético como pantalla para financiarse a través de redes paralelas de ingresos y alianzas estratégicas con actores internacionales.
🔹 “El chavismo se ha sostenido no por la producción petrolera, sino por el control de los flujos financieros”
[Pregunta] Venezuela tiene las mayores reservas de crudo del mundo, pero su producción ha colapsado. ¿Cómo se explica que el régimen autocrático venezolano siga operando?
Sarah Moya: Siempre hablo de la renta petrolera sin petróleo, lo cual es una metáfora que el explica el modelo jurídico geoestratégico venezolano, implementado desde la época de Chávez. En realidad, el petróleo, históricamente, fue la fuente principal de ingresos de Venezuela, sin embargo, desde el 2004-2005, PDVSA, se convirtió en una herramienta geopolítica hibrida, más que un motor económico.
El chavismo entendió que para mantenerse en el poder no necesita extraer y vender petróleo de manera convencional. En su lugar, ha construido una arquitectura jurídica y financiera paralela que le permite acceder a recursos sin depender de la industria petrolera en su forma tradicional.
Esto no significa que el petróleo haya dejado de ser importante. Sigue siendo clave, pero su función ha cambiado. El sector energético se ha convertido en una pantalla para facilitar transacciones opacas, asegurar alianzas estratégicas y canalizar flujos financieros por vías no convencionales, lo cual a su vez garantiza la longevidad del régimen, independientemente de su ilegitimidad.
🔹 “El petróleo sigue siendo una excusa para mover dinero”
[Pregunta] ¿Cómo ha evolucionado la estructura de financiamiento del chavismo en este contexto?
Sarah Moya: En un contexto de sanciones internacionales, los regímenes autoritarios buscan formas alternativas de financiamiento. Venezuela no es el único caso. Cuba e Irán han desarrollado estrategias similares, y el chavismo ha aprendido de ellos.
Lo que ha ocurrido en Venezuela es un cambio en la función del petróleo. Ya no es solo un bien que se exporta y genera divisas, sino un mecanismo de poder y de negociación internacional.
Por ejemplo, el régimen sigue utilizando contratos energéticos como herramienta de influencia política, incluso cuando las operaciones no se materializan. Las negociaciones con actores internacionales permiten mover dinero fuera del sistema financiero convencional, sin depender del comercio legal de crudo.
En paralelo, el chavismo ha fortalecido su relación con actores que operan fuera de la banca internacional, facilitando transacciones a través de sistemas financieros alternativos.
🔹 “La longevidad del chavismo no depende del petróleo, sino de su control sobre la economía paralela”
[Pregunta] ¿Qué papel han jugado las sanciones internacionales en este proceso?
Sarah Moya: Las sanciones han acelerado la transformación del modelo económico del chavismo. Cuando un régimen pierde acceso a los mercados financieros tradicionales, tiene dos opciones: colapsar o diversificar sus fuentes de ingreso.
Lo que ha hecho el chavismo es reconfigurar su sistema de financiamiento, recurriendo a canales informales y desarrollando mecanismos para mover dinero fuera del sistema bancario regulado.
Las alianzas con países sancionados como Irán, y las estrategias de Rusia para evadir restricciones financieras, han servido de referencia para Venezuela.
En este sentido, la longevidad del chavismo no depende solo del petróleo, sino de tres factores clave: la soberanía petrolera como herramienta jurídica y geopolítica, la militarización del sector energético y las alianzas estratégicas con actores internacionales. Un ejemplo de esta estrategia es el caso de Chevron, que no solo mantiene una relación contractual con PDVSA, sino que también ha servido como embajador informal del régimen venezolano en Washington, ejerciendo un papel de lobista en favor de la flexibilización de sanciones. Además, la cláusula contractual que firmó en 2005 le prohíbe demandar a PDVSA ante tribunales extranjeros, lo que limita sus opciones legales en caso de discrepancias y lo ata, de facto, a la estrategia jurídica del chavismo.
🔹 “El sector energético es una pieza dentro de un modelo de financiamiento más amplio”
[Pregunta] Entonces, ¿podemos decir que el sector energético sigue siendo clave para el chavismo?
Sarah Moya: Sí, pero con una función distinta a la que tenía en el pasado. El sector energético es una pieza dentro de un modelo de financiamiento más amplio.
Sigue siendo clave porque proporciona una estructura para facilitar operaciones financieras opacas y permite que el régimen siga negociando con actores internacionales. Además, la militarización del sector energético ha sido un factor determinante en la consolidación del poder chavista. La incorporación de oficiales de alto rango en la gestión de PDVSA no solo ha asegurado el apoyo militar al régimen, sino que también ha permitido la creación de estructuras económicas paralelas.
Como lo ha documentado la periodista de investigación Maibort Petit, estos grupos tienen acceso a transacciones opacas vinculadas al comercio de hidrocarburos, así como a la explotación de recursos estratégicos como el oro y el coltán. Este modelo no es exclusivo de Venezuela; en Irán, la Guardia Revolucionaria ha utilizado empresas fachada y redes comerciales ilegales para eludir sanciones y financiar sus operaciones en Medio Oriente, un esquema que guarda paralelismos con la estrategia chavista.
Además, el control del sector energético le da al chavismo una base de poder interna, ya que sigue manejando infraestructura crítica, contratos y recursos estratégicos.
Sin embargo, la fuente real de financiamiento ha cambiado. Ya no es solo el petróleo. Es la capacidad del régimen para controlar redes de financiamiento alternativas y adaptarse a nuevas realidades geopolíticas.
🔹 “La renta petrolera sin petróleo: Un modelo de poder sin depender del crudo”
[Pregunta] ¿Cómo encaja la idea de la “renta petrolera sin petróleo” en este contexto?
Sarah Moya: La renta petrolera sin petróleo explica cómo el chavismo ha logrado sostenerse sin depender de la producción petrolera.
El régimen sigue manejando la infraestructura y las conexiones del sector energético, pero su modelo de ingresos ya no se basa en la venta tradicional de crudo. En su lugar, ha encontrado maneras de canalizar recursos a través de estructuras financieras descentralizadas.
Este fenómeno demuestra que el poder del chavismo no radica en el petróleo en sí, sino en su capacidad para transformar su estructura de financiamiento según las circunstancias.
Mientras el régimen mantenga el control de los flujos financieros y de la infraestructura estratégica, podrá seguir operando, independientemente de los niveles de producción petrolera.
Conclusión: ¿Un nuevo modelo de financiamiento alternativo en regímenes sancionados?
El caso de Venezuela muestra que las sanciones internacionales no garantizan el colapso de un régimen autoritario, sino que lo obligan a reconfigurar su estructura de financiamiento.
La renta petrolera sin petróleo es un concepto que describe esta transformación: un modelo en el que la infraestructura energética sigue siendo clave, pero donde los ingresos provienen de esquemas alternativos que garantizan la longevidad del sistema de poder.
Autora: Sarah Alicia Moya Machado